Cómo encontrar el trabajo de sus sueños
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Es natural no tener ni idea de lo que uno quiere hacer con su vida. Desde pequeños se nos inculcan actitudes limitantes que tachan nuestras ambiciones de frívolas. Como resultado, abandonamos trabajos que realmente nos gustan y luchamos por encontrar formas de canalizar nuestro potencial.
Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudarte a localizar la carrera que quieres si no estás seguro de ti mismo y de tus objetivos.
No prestes atención a lo que dicen los demás
Si realmente quieres alcanzar todo tu potencial y sentir que perteneces al trabajo que te gusta, esta es una de las cosas más cruciales que puedes hacer. Las personas que te rodean no te aconsejarán cómo descubrir tu verdadera vocación; en cambio, criticarán tus elecciones, confundiéndote aún más. Lo mismo ocurre con tus allegados: quieren lo mejor para ti, por lo que te animarán a elegir una profesión en función de su facilidad de acceso y su escala salarial.
Concéntrate únicamente en tus sentimientos. Considera todas las cosas que siempre has querido hacer, aunque creas que son tontas o inútiles. Lo más importante es que tu trabajo te haga feliz y te permita alcanzar tus objetivos.
Haz una lista de todas las cosas que puedes hacer
Hacer una lista de todas las cosas que se te dan bien puede ayudarte a encontrar nuevos aspectos de tus habilidades. Tal vez seas un gran nadador, un hábil comunicador de información difícil, un experto en ciencia, un escritor de medios sociales, un fotógrafo de amigos o un explorador autodidacta culto. Si tienes ganas, puedes ganar dinero con tus conocimientos y talentos.
No hace falta ser un profesional para hacer cursos, clases magistrales o adquirir un aprendizaje si te gusta lo que haces. Lo importante es no caer en la autocomplacencia y buscar excusas.
Ten en cuenta tus características personales
A la hora de elegir una carrera, las características personales son tan cruciales como los conocimientos y las habilidades. Una persona poco sociable, por ejemplo, puede tener dificultades para entablar excelentes relaciones con los clientes, mientras que una persona gregaria y que disfruta comunicándose tendrá dificultades para funcionar sin interactuar con los demás.
Considere qué características de personalidad y comportamiento pueden hacer que usted encaje bien en el puesto. Tal vez seas una persona tolerante al estrés, proactiva y analítica, o tal vez quieras demostrar tu capacidad de liderazgo. Cuando sabes lo que puedes ofrecer a un empleador, es más fácil elegir una vocación.
Piensa en lo que te gusta y lo que no te gusta de las distintas ocupaciones
En este punto ya deberías haber elaborado una lista de tus conocimientos, habilidades y atributos personales, y deberías haber reducido tus opciones a unas cuantas vocaciones. No pasa nada si no lo haces. Pruébalo ahora mismo para averiguar qué te atrae y qué te motiva en las distintas profesiones.
Divide la hoja en dos columnas: una para lo que aprecias del trabajo y otra para lo que no quieres hacer. Haz una lista con todos los puntos que puedas y sé lo más preciso posible. El trabajo sentado, los horarios irregulares, las vacaciones flotantes, el empleo no oficial, trabajar más de ocho horas al día, etc., podrían figurar en la categoría “no me gusta”.
Intenta averiguar cuál es el objetivo principal de tu vida
Hay una gran variedad de objetivos que se pueden perseguir. Depende de ti averiguar cuáles son los que más te interesan. Si no estás seguro de cómo se relacionan el objetivo de tu vida y la decisión de trabajar, déjanos explicarlo: directamente. Un propósito vital es algo que es significativo para ti y que sigues a pesar de las circunstancias externas o de las opiniones de otras personas.
Puedes fijarte el objetivo de ayudar a los demás, obtener ingresos pasivos, viajar por el mundo, etc. Es mucho más fácil orientarse y elegir un trabajo que te ayude a alcanzar tus metas cuando tienes un objetivo claro en mente.